Latin America and the Caribbean

The ILO in Latin America and the Caribbean supports 34 countries to promote rights at work, foster decent employment opportunities, enhance social protection, and strengthen dialogue on labour-related issues.

Together with governments, employers' and workers' organizations, we strive for a people-centered future of work based on social justice for all. The constituents of the Americas are committed to making decent work a reality for the people of the region through a series of priorities identified by them.

Prioridades regionales

El reto del empleo en América Latina y el Caribe afecta a todos los grupos de la población, pero las mujeres y los hombres jóvenes son los más afectados. Esto justifica que nos centremos en el empleo juvenil, que no puede abordarse de forma aislada, sino mediante un enfoque global a favor del empleo.
La inmensa mayoría de la mano de obra en América Latina y el Caribe está empleada en la economía informal (incluida la agricultura de subsistencia), donde prevalecen pronunciados déficits de trabajo decente. Además, la mayoría de las empresas africanas pertenecen a la economía informal y se caracterizan por su baja productividad y bajos salarios.
Alrededor del 60% de la población en la región vive en zonas rurales, y el 55% de la mano de obra se dedica a ocupaciones rurales que se caracterizan por altos niveles de informalidad, déficit de trabajo decente y vulnerabilidad al cambio climático.
En muchos países de América Latina y el Caribe existen organismos de promoción y apoyo a las empresas, pero deberían reforzarse y ampliarse ampliando sus grupos destinatarios, que deberían incluir no solo a las PYME tradicionales, sino también a las microempresas de la economía informal con vistas a facilitar su transición a la economía formal, así como a las empresas de la economía social y solidaria.
También se prestará apoyo a la ampliación del alcance de dichos servicios para que abarquen el acceso a los recursos e insumos productivos, al conocimiento, a los servicios financieros, incluido el acceso al crédito, para fomentar los vínculos con los mercados nacionales y mundiales, y para crear oportunidades de adición de valor e innovación.
Sólo el 18% de la población en América Latina y el Caribe recibe al menos una prestación de protección social. La mayoría de los excluidos trabajan en la economía informal y muchos están atrapados en un círculo vicioso de vulnerabilidad, pobreza y exclusión social. Esto hace necesario centrarse en apoyar a los Estados miembros para que proporcionen acceso universal a una protección social integral, adecuada y sostenible.
La aplicación efectiva en la legislación y en la práctica de las normas internacionales del trabajo crea un círculo virtuoso de desarrollo centrado en el ser humano que mejora la productividad y eleva el nivel de vida. Y lo que es más importante, las normas y su ratificación deben responder a los patrones cambiantes del mundo del trabajo y apoyar una agenda transformadora para la igualdad de género.
Por ello, la Oficina seguirá promoviendo la ratificación y aplicación de las normas internacionales del trabajo por parte de los gobiernos de América Latina y el Caribe, haciendo hincapié en las normas fundamentales y de gobernanza, y en la sustitución de los instrumentos obsoletos por normas actualizadas. Proporcionará asistencia técnica que responda a las necesidades de los mandantes, reforzará la capacidad de las administraciones del trabajo para desarrollar y hacer cumplir la legislación para una gobernanza eficaz del mercado de trabajo, y para informar sobre la aplicación de las normas internacionales del trabajo. También incluirá iniciativas de desarrollo de capacidades para los interlocutores sociales y las estructuras de diálogo social.